jueves, 22 de enero de 2009

La Ruta


Espejo recompuesto con gotas de desengaño.
Pedazo de despojo atestado de desafectos
Incomprensión atiborrada de apatía
Retrato mutilado de abandono.
Partículas de desidia pugnando por escapar.
Roca resbaladiza vadeando pupilas.
Aguacero salado rebasando mejillas.
Átomo invisible que laceró sin compasión a la inocencia
Pretérito pasado que fue solo un ensayo.
Preñando la ruta que transbordaba hacia ti.

Cabalgando a lomos del unicornio blanco
que conduce al territorio del ser.
Alucinación maravillosa repleta por la brisa de tu roce
Aliento aliado de sortilegios clandestinos
Pócima creada por el querubín del deseo.
Sueño dorado deambulando por el mapa de tu piel
Fantasía perceptible por sentidos arcanos e ignotos
Escenario incontrastable que habita solo en el alma.
Preámbulo del presente renovado cada instante
Gestando la senda que a ti me traslada

Junco mecido por caprichos de ventura.
Irradiación imposible, alumbrando sentimientos recónditos.
Pasos sigilosos resonando con estruendo.
Manos impalpables aferrándose con ímpetu.
Bocas etéreas acoplándose por intuición
Tenues caricias rozando quimeras.
Ensueños avanzando sobre ondulaciones.
Realidad imperceptible, irrealidad consistente
Preludio de un amanecer pleno de anhelos
Pariendo el destino que hasta ti me transporte.

Rosa G

viernes, 16 de enero de 2009

Divagaciones


Aparece sin buscarlo
Si te alcanza ya no escapas,
No existe escondrijo que no localice,
Madriguera que no escarbe,
Guarida que no encuentre.
Rincón que no conozca.
Se sabe todas las tretas.

Lo han escondido por vergüenza.
Castigado sin misericordia.
Maltratado con traiciones,
Lastimado por apariencias
Vapuleado por prejuicios.
Engañado con quimeras
Humillado sin clemencia.

Asesinado sin piedad
una vez tras otra
por falsos profetas.
Sepultado entre
convencionalismos absurdos
Germina de nuevo infatigable,
testarudo, tenaz.

Renace sin memoria ni pasado.
Su fuerza cósmica no conoce barreras.
No distingue de clases,
moral o sexo.
Mas no le busques es esquivo,
no le persigas, es caprichoso
ni le asedies porque es libre...


Rosa G

domingo, 11 de enero de 2009

Amanecer


Mientras la helada escarcha envuelve la ciudad que
lentamente, entre bostezos comienza
a despertar de su letargo.
El amanecer se viste de gala para recibir
resplandeciente a quien abraza dulcemente a su cómplice.
La mar, serena, maternal y dorada por el reflejo de un caprichoso
rayo de sol que artero ha conseguido escapar
de la maraña de nubes que lo envolvía la regala
el murmullo de sus olas dirigidas con la sabia batuta
de millares de minúsculas aves moviéndose al unísono,
creando una sinfonía única de suaves resonancias,
acariciando sus oídos, cicatrizando heridas.
El cielo, paleta irisada de tonalidades irrepetibles
con la maestría conque solo la madre naturaleza
sabe hacerlo, sonríe ladino envolviendo su alma
mientras le da los buenos días.
Cuerpos desnudos,espiritus libres unidos por el amor.
Enredadas entre mimos y arrumacos.
Envueltas bajo el calido plumón de la pasión.
Amantes silenciosas que contemplan extasiadas
la dádiva del renacimiento de un nuevo
día, con el anhelo renovado y la serenidad por compañera.

Rosa G.

martes, 6 de enero de 2009

A ti

Fuego protector cuya llama inextinguible nos arrulla.
Deslizarme por el precipicio de su irresistible
boca jugosa y juguetona.
Acantilado donde su nombre resuena
de mil maneras diferentes.
Barca pilotada por La Constelación de Casiopea
rumbo hacia el infinito mar de su mirada
Escalar montañas en busca del horizonte de su cuerpo.
Conquistar su bosque para perderme en una aventura
que conduce más allá del placer.
Introducirme lentamente en su cueva, tentadora, inexplorada
donde guarecerme del gélido frío que todo lo impregna.
Escurrirme por los recovecos de su piel,
en el cada uno de sus poros dicen te amo.
Su cuerpo, guitarra armoniosa de suaves melodías
capaz de trastornarme hasta perder la razón.
Erotismo que embriaga mis sentidos y me eleva
hasta un éxtasis desconocido hasta ahora.
Sensualidad que arrebató mi voluntad convirtiéndola
en una marioneta entre sus manos a merced de su capricho.
Has escondido mi desierto y te has llevado los primitivos
miedos sustituyéndolos por un único temor, perderte.


Rosa G.

sábado, 3 de enero de 2009

Amanecí otra vez.


Amanecí otra vez entre tus brazos
y desperté llorando de alegría
me cobije la cara con tus manos
para seguirte amando todavía.
Te despertaste tu casi dormida
me querías decir no se que cosa
pero calle tu boca con mis besos
y así pasaron muchas, muchas horas.
Cuando llego la noche
apareció la luna
y entro por la ventana
que cosa más bonita
cuando la luz del cielo
ilumino tu cara.
Yo me volví a meter entre tus brazos
tu me querías decir no se que cosa
pero calle tu boca con mis besos
y así pasaron muchas, muchas horas.
Amanecí otra vez entre tus brazos.
Chavela Vargas